EL RALLY primera parte
Puerto Montt no era tan frío como pensaba, es una ciudad grande que mira hacia el sur: ese sur más lejano, más austral y melancolico que en el que me encotraba. La nubes jugaban a ir y volver dejando salir de pronto un solo fulgurante, debido claramente a los niveles de radiación mayores en la zona. Almorzamos haciendonos pasar por alumnos en práctica. mientras nos escondíamos de los ejecutivos, fue gracioso, yo tenía hambre pero teníamos que esperar a que el casino quedará sin el ojo persecutor del los jefes.comimos tan rápido como pudimos y nos fuimos a la casa; para salir prontamente al centro de Puerto Montt, y rápidamente y sin encontrar algún atractivo turístico en la capital; viajar hacía Puerto Varas; la tarde estaba nublada, oscura el camino que une a ambas localidades es la ruta 5 y el paisaje verde oscuro daba la sensación de un sueño de invierno, de un día de semana santa, de algún domingo tristón y abúlico. Puerto Varas es como el barrio pudiente apartado de Puerto Montt; agradable a la vista, con casino y todo, con el Lago Llanquihue entregandoles el reflejo del sol en los amaneceres, como algún pueblito alemán que pronto conoceré, ibamos a buscar un lugar donde pasar el año nuevo y a omprar entradas para la fiesta respectiva. El suelo estaba humedo, fuimos a la casa de una señora que le habia dado alojamiento a playmobil el verano anterior, la casa me hizo acordar a la arquitectura de una casita que hay aquí en La Serena, una casita que era de un abuelito que tuve. En esa calle, el lujo se hacía sentir en todo, menos esa construcción humilde, el pasto crecía hasta un poco más abajo de la rodilla; la tía Myriam, salió al encuentro, quien sólo conocía a playmobil como el tipo al que le habían robado las gitanas, su mejor carta de presentación, se condecía con la personalidad inocente de este querido personaje con pies de guagua. Acordamos con la tía venir el día 31 a cocinar la cena como a las 8 de la tarde, enseguida fuimos al mirador y nos tomamos unas fotillos con el lago de fondo, bajamos a la costanera; pronto continuamos la búsqueda de las entradas; éstas se vendían en un lugar quizás under, quizás especial o quizás en la onda de lo que sería la fiesta; en la tienda vendían artículos naturales derivados de la Abeja; apciculturismo quizás, mieles y cremas y otros menjunjes; la mujer que atendía; Andrea, fue sacada de algún recital de Woodstock o Piedrarroja; la hippie moderna tipo; despistada como ella misma, pero afablemente tallera. Estaba a cargo de las entradas, promovía muy bien la fiesta, dejando entrever que era una carrete "open mind" . Estaba fumando un cigarro y tomandose un té de "hierbas" creo. pero no se si realmente era un cigarro porque tenía serios problemas para contar las entradas, una; dos; y se perdía en el conteo cuando nos entrego las entradas; que eran 4 ; dijo:- emtnces por las 5 entradas son 30 mil pesos- plop!!!; sobre todo porque en verdad el total era 16 mil; en fin; no era para enojarse; era para reirse; y mientras se se sonreía con su torpeza matemática; finalmente cuando nos fuimos de tan natural lugarr, nos dijo;- bueno chicos entonces nos vemos....arriba de la pelota nos vemos...y esa fría relación de cliente-vendedor estalló en risas amistosas como si ya hubieramos carreteado antes con ella. Después de esa grata transacción nos fuimos comer helados donde Otto; muy ricos, naturales y todo ñam ñam. Dimos una rápida pasada por el casino; los que no me agradan mucho por un tema de conciencia social, pero nunca tan grave para rechazarlo por completo. Cerca de las 7 de la tarde volvíamos a la capital; mientras vi que en mi bolsillo una rosa quiso darse a la fuga desde algun jardín puertovarino, que linda sorpresa, que ilusa la flor aventurera, que romántico su gesto infinito de entrega total ; escondida en mis bolsillos buscando un paisaje nuevo.
No era la primera vez que me encontraba sobre el mar, pero era especial ver como los bosques se unían directamente al mar; sin mediar ni la más mínima línea de tierra. Nos encontramos al rato con una comunidad gigante de lobos de mar, refrescándose reiterativamente en el agua.
Pronto . En medio de la caca de las vacas del sur EL RALLY, segunda parte.