Tiempo de Carnavales, las Dionisiacas contemporáneas

Febrero siempre posee cierta asociación con fiestas; festivales y carnavales; y no sólo para el inconsciente nacional; sino ademas para otros países del mundo. En la retina quedan las últimas imagenes del carnaval de Río de Janeiro; ícono del destape mundial, transformándola no sólo en una fiesta de Baile sino además en la fiesta de sexo más grande del mundo, dado lo explicito de los atuendos de la mujeres; el calor y porsupuesto ese baile sexual que lo sugiere todo. Con las tetas al aire y diminutos calzones perdidos en sus culos, esta fiesta se va armando a punta de sudor y danza ; dejando también muchas muertes tras su paso.
Pero; quizás este no sea el más frenético ni psicodélico, ni mucho menos pecaminoso de los carnavales. En Venecia, también existe un homólogo al de Río; el siempre bajo perfil carnaval de Venecia. A diferencia del anterior, el cuerpo es lo que menos se ve, en este caso las apariencias; lo secreto , lo oculto, juegan bajo grandes trajes de colores y máscaras de infinitas formas y diseños. Aqui no veremos bailes sexuales; pero si mucha complicidad y teatralidad. Lo más parecido a las Dionisíacas en los tiempos de la Grecia Antigua, en la cual lo fálico lo constituye esa misma complicidad secreta, característica propia de los amantes. En esta fiesta donde nadie se conoce, sugiere la posibilidad de un encuentro furtivo y aventurero. Asi como en los tiempos de Casanova, el sexo improvisado puede ser el elemento clave; y lo es

Las sociedades; como en una costumbre innata de su existencia disfrazan sus instintos y mientras más disfrazados estén, es más grande ese impulso, esto queda claramente graficado en "Ojos bien cerrados" (Eyes wide shut 1999) , la última película de Stanley Kubrick, en que el personaje de Tom Cruise ingresa a un círculo secreto de personas influyentes, en que debe asumir los códigos rigurosos de éstos, el silencio a cambio del placer. así como sucede en la ciudad de los canales. . Ahora el enfrentamiento entro lo explícito de Río y lo escondido de Venecia, nos pone en el juicio de lo que es más soberbio.

Personalmente creo que el Carnaval de Venecia es la Dionisíaca contemporánea más teatral que se conserva, no sólo por la fecha propiamente tal, sino por la historia y recovecos de la ciudad que sirven de escenario perfecto para dar cabida a la fantasía más morbosa que podamos concebir.
Chile, por otro lado tiene lo suyo con los Carnavales culturales de Valparaíso, iniciativa que partió a fines del año 2001, en este ocasión las artes se manifiestan en todas sus formas; teatro, poesía, música, pintura y muchas otras experencias válidas para los sentidos contemporáneos, se asemeja a las fiestas de cultura francesa un poco más frías o menos mediterráneas, sin necesidad de argumentar hacía un contexto sexual, en sintésis es una instancia muy propia del artista porteño,, cercano a la melancolía y la nostalgia inocente, y por supuesto a una nueva línea artística menos barroca y más minmalista. Sin embargo existe otro pequeño carnaval; El festival de Viña del Mar, es la ocasión en que el país cambia su rutina casí por completo . Todos los ojos criollos centrados en la ciudad Jardín, los disfraces y las conductas excentrícas de los artistas. Una fiesta menor claramente a las otras anteriores; sin ser netamente un carnaval, ha adquirido lo fálico y vaginal de estos. Antes de despedirme los dejo con las fotos de los disfraces y personajes más relevantes de este carnaval mediático.