Ejercitando el sistema límbico y el área de los recuerdos duros

Se lo trago un océano de más dolores…demasiado cuerdo para estar ahí, demasiado mal para estar sólo…demasiado sólo para vivir. El clonazepam y la paroxetina iban poniendo mas impresionista el escenario…la cama del servicio público, la mujer que parecía gallina…los ojos amarillos del hombre que sentó al lado él y las miradas que acosaban (desde dentro y desde fuera) …los alientos ácidos de la pastilla tras pastilla y la incomodidad que se volvía angustia…pánico. Las manos rotas…el olor a pichi de la ropa…sentir

l a e s p a l d a r o m p e r s e,
l o s c u c h i l l o s e n l a c a b e z a…

el “no puedes” retumbando en la cabeza….querer gritar pero darse cuenta que su cara no tenía boca. Agitado en la cama, luego en el suelo una semana antes…mientras rompía su habitación..mientras gritaba por teléfono…mientras se cerraban las puertas y las ventanas de la casa linda…y las bisagras que se endurecían para que no se abrieran por casualidad…y el aire que se cortaba de no saber que vendría mañana sin tener tierra firme que tocar…de no saber que extrañar cuando algún recuerdo le suscitara el maquillaje o el vestuario..o la melancolía orgullosa de la tardes de Valparaíso…el No…el intento de suicidio previo…el amor no correspondido..las culpas…las cascadas de errores que lo fueron haciendo un paciente de manicomio…la partida a valparaiso…el dejar la tierra…el irse para querer volver siempre….la culpa y la puta culpa de los 5 años de condena….y el amigo que se le borraba….y el vivir sólo …y los recuerdos escritos en Loco Afan de Lemebel…y el lávate los dientes….y todo se volvía una mazamorra recocida .recontradolida…no podía creer que se estaba volviendo loco por dejarlo…por tener que olvidar su olor….las luces y el miedo rico y nervioso antes de salir a escena