Dancing Queen
Las horas vagas se perdían con el ir y venir de algún valsecito peruano, de esos pegajosos, de esos bien calentitos, de esos que prenden el instinto salvaje de la hembra de ser cazada en un impetuoso arranque de furia y pasión carmesí a manos del macho cabrío de turno. Los brillos que se caían del sudor trabajado nocturno, el olor a cerveza se mezclaba con la laca y el cigarro que no terminó de ser fumado o mejor dicho fumado a medias, el piso de madera retamboreado por los tacos imponentes de un sinfín de piernas abiertas una y mil veces, se iba quedando vacío como siempre al amanecer, como todo al amanecer, vacío al amanecer, sólo y roto al amanecer, como las pantys corridas o simplemente ajadas por la mano fuerte y masculina de la paga indiferente. La Grace Kelly como le dicen las demás de la casa; se toma su última copa risueña como siempre, el tinte embriagante del último vino le resplandece la boca rosa y las mejillas sonrojadas como las muñecas de porcelana rusa, los años de experiencia le han enseñado a tomar la vida como una extasiante copa de champaña sabor frutilla , nunca triste, nunca una sola lágrima le corrió el rimel en público, la puta más gloriosa se sienta con sútil desprecio a lo insignificante sobre la mesa , como las leonas rabiosas esperando al cazador con la lanza perfecta para atravesarle la carne. La Palmenia Pizarro termina de escucharse en el tocadiscos, el sabor del final de noche en la boca seca es reemplazado por un remojo de lengua y labios como de quien se dispone a atrapar algo interesante....en la puerta yace erguido un obelisco de carne, color ébano, negrito como el carbón antes de ser brasas, vestido de uniforme naval y buscando cama y presa. Sin esbozar una sola palabra el marinero africano, la situacíon perfecta y crítica se ha desencadenado, la jungla se agita como huracanado temblor de deseos, las bestias gritan hambrientas por el duelo convexo-concavo entre el falo africano y la vaginal América, turbulentos chorros de sangre se han agolpado entre las piernas, van y vienen van y vienen, van y vienen, no ceden,no dan respiro... la Grace Kelly se descruza las largas piernas y los tambores calientes anuncian el inevitable taconeo de la excitación, sólo con mirarlo a los ojos y un gesto rápido ha concertado la lucha final.
El catre se ha vuelto la sabana africana, la leona se siente acechada, rodeada, dispara rugidos mientras se desviste, se pasea y lo mira, se sienta y lo mira, se acuesta y lo mira....el cazador vigila con estimulada detención a su presa, la intimida con el cuerpo oscuro desnudo, se mueve con sigilosa calentura, sin quitarle los ojos de la cara se pone sobre ella ..pasea sus manos grandes y negras hasta herirla ahí mismo, donde aflora la flor, donde el resto de los hombres han muerto, ella ha quedado sin defensa, y abre sus piernas para ser domada por completo, para ser cazada con el placer de sentir todo el impetú del negro ahi dentro, él la mira como quien se siente un amo, como reivindicando su pasado esclavo, sobre aquella blanca mujer parecida a las actrices de cine, y sin mediar beso alguno, da una certera puñalada sexual en medio de ella, ella lo mira a los ojos tomando violentamente el aire por la boca antes de perder el aliento, y entierra su uñas rojas sobre la dura piel preta del marinero desafíandolo a dar combate sin tregua, sin ser mortal ha dado dos, tres , cuatro , cinco y seis puñaladas sin doblegarla por completo, la carne vibra en el ir y venir del chuzo carnal, palidece de placer y extásis, mil suspiros ha dado en resistencia y dos mil espolonazos le han respondido, sudando gotas de cristal bajo el petóleo espeso y la vida se escapa en alaridos, las venas no resisten tanto agitamiento, el bamboleo retozante continua sin parar, no cede, no da escapatoria, y ella prosigue, lo disfruta como si en verdad la presa fuera el propio negro atrapado en su entrepierna....las mejillas coloradas, la boca rosa, la respiración desesperada, va y viene, caótica, una y otra vez, una y otra vez sin parar, la tierra se abre bajo ella, como un potro enrabiado que relincha en sus entrañas, el ritmo endiablado de los cíclicos bayonetazos le asfixian sin dolor ni angustia, y el clímax sostenido en la cima del continente negro que no acaba, que no acaba, que no acaba, golpes de galope insaciable, golpe tras golpe y con los ojos perdidos ve salir el sol por la ventana, el alba no parece alba sino el cielo, la gloria te saluda Grace Kelly como en la mejor película en que nunca actuaste, elevada por las alturas, la muñeca de porcelana rusa parece romperse bajo el tronador taladrar del macho de turno, temblando de placer, languidece, las últimas respiraciones tienen lugar ya lejos de su cuerpo casí inerte. Los sonidos de la lucha han desaparecido bajo el meloso Dancing Queen de ABBA, se nos muere. se nos muere!!! se nos muere una puta en el ardor de la batalla, una puta mártir a decir verdad , ahí se queda la Grace , la reina leona, hipertensa y enferma del corazón, herida de muerte en su propio baile, con la cara feliz y risueña aun sin vida,...muerta o mejor dicho cazada en Gloria y Majestad por su negro domador
2 comentarios:
Te falto el...
Tan tan!
debe ser otra cosa, no me imagino sacandome tanto ego de la cabeza, no! no me lo puedo imaginar, debe ser por que con sombrero no se puede dormir muy bien.
Que bueno que no se termine ahí
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