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sábado, 21 de julio de 2007

La caja de música

Tus palabras que son dulce emoción en el resto, para mí son cruel astilla de vidrio bajo las uñas. Se me despeina la angustia de no tener nada, de ir para un lado sin saber donde ir y venir de otro sin saber porque me fuí, de probar a sorbitos los restos del trago de la última noche de fiesta, que sin ser trago amargo ni copa rota me dejan la lengua muerta, la garganta partida y los tacos rotos, en esta caja de música la bailarina se muere por bailar de nuevo, mientras los hongos de la humedad del olvido oxidan sus zapatitos de coral. Me duele, me duele, me duele no bailar en su baile señores, por buscar puerto lejano he llegado a quedarme sin esquina en este este escenario de calzones y sostenes añejos. La puta que vuelve y no trae nada, la puta que no ganó un peso luego de noche y trasnoche, la puta que quería ser bailarina en la caja de música ya no aguanta ser mirada como nadie, que le bajen una y otra vez el vestido para volver a ponerselo y nuevamente ser nadie. El útero roto no ha dado nada a luz, el útero roto sangra y sangra sin encontrar la sangre su destino, sangra hasta quedarse azul de pena, pálido de desesperanza. Tus palabras que son dulce emoción en el resto no curan este dolor de desierto sin flor, no curan el dolor de los pies hinchados después de tanto peregrinar por poesías sin lectura, no curan la deuda del amor que no es devuelto, ni la mancha que deja la equivocación de un rumbo sin sentido.
Anoche pensé en quitarme los tacones, y atravesar con ellos este pecho carcomido por el ir y venir de un cigarro solitario. Tengo miedo guachita, no sé cuanto más podre esperar, la cajita de música pierde la melodía y yo pierdo un suspiro, no sé cuanto más seguiré esperando a que llegue otro baile más, una noche más de aplausos, maquillaje y telón

Carta de una prosituta de Valparaíso a su hermana bailarina, durante su agonía por tuberculosis en Julio de 1907

Martín de Jassé

3 comentarios:

Anónimo dijo...

...una vez más la historia es triste, la urgencia de cada palabra, los gritos de auxilo, se hacen más tristes aún cuando ya sabemos que no podemos hacer nada, nada por tratar de cambiarla....

Me gusta tu locura..!
me encantó la historia...
enamorate de ella y terminala ya! jaja

abrazos abrigaos!!!.nos veremos pronto

Carta de Moz en cama tras un hepatítis fulminante, La Serena 2007. xD

m a r c e dijo...

buenísima carta, que intensa... me recuerda mucho Loco Afán de Lemebel, increíble libro.

besos! =)

Marcelo Leyton dijo...

eos mismo es..retorica lemebeliana casi pura al 100%, no es lo marginal lo que destaco..sino lo mágico y teatral que hay en ello

Cosas que pasaron..

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